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Monday, July 12, 2004

NOSOTROS 3 continuaciòn

NOSOTROS 3

Terminaba la misa, cual mesa
De ajedrez el atrio con sus
mosaicos de piedra, conteniendo
los trebejos, de una historia de
nunca acabar.

El obispo-alfil,
saludando animadamente a
los reyes,reinas, caballeros
y peones de los
dos colores, indiferentes
a la oscura-luminosa historia
coetánea, que trascurre y corre
por de la avenida.

Friedman mirando a la
Distancia a la
reina perdida
en una movida
errónea del destino.

La Balanza se inclinò
para el matasanos.

El dentista-poeta
Con su corta melena
Contento con el trebejo
Arrebatado.

Yaryes, Celano, Ramírez,
Conchita Meaurio.Todos.
Estàn todos.
Fuenteovejuna,
Fue allà lejos y hace tiempo.

Cada uno en lo suyo.
Cristo muere solo en la cruz.

Enfrente, la plaza con
la estatua de la
LIBERTAD, da la espalda.
Y mira con ojos de vidrios,
Alfaro y a lo LEGAL, adentro
De la DELEGACIÓN
de gobierno del Guairà.

Y en la noche, otoñal
La plaza de la Libertad,
Llena de apepùes y bancos
Vacios, iluminada por luces
Mortecinas con lamparas de 40W,

Inundada por el trio Los Panchos
Estaba el paseo.
Cruzaba la plaza me acordaba de
Don Fèlix:
“esta es la plaza menos libre que hay,
esta entre la iglesia y la policia”

Johny Albino, sigue cantando,
“que mis ojos jamas han llorado
como aquella tarde que te dije adios”
pensaba habrà ganado el club Pettirossi
esta tarde.”que deseo volver a tu lado”.
“por que eres mi vida mi cielo y mi dios”

Lindo bolero, pensaba en la niña
De Itapua, dueña de mis sueños con Onam.

En la casa estaba la muerte SSTRONISSTA,
Atendida por las dos mujeres,
La tia Petronita y doña Casilda.
Con ojos llorosos y tristes,
Mejillas lavadas por làgrimas,
De impotencia, dolor y silencio,
Potencia de honor y dignidad,
De residentas-patricias.

Estaba la muerte buscando
Entre los libros, alguna cosa.
Andaba buscando entre papeles,
La historia de don Felix.
Averiguando que hacìa.

Estaba la muerte buscando
Notas, relaciones,servicios,
Al hombre, a la humanidad,
Averiguando sobre la cooperadora
Escolar, la ayuda a la gente necesitada.

Estaba la muerte averiguando sobre
El club Pettirossi, de mates y tereres,
En los dias calurosos en la joyeria,
Averiguando de las felices fiestas

Familiares de fin año.

Estaba la muerte revisando
Con sus dedos indices, al
Zapatero, al maestro alonso,
A las conexiones, a los miembros
Del FULNA, a los amigos.

Bajo sospecha de subversión.

Y no encontrò nada.
No pudo hallar a nadie.
Ni a Valentìn,
Ni a la rosa blindada.
Ni al baron de Holbach,
Ni al conde de Montecristo,
Ni a Cristo,
Y no hallò a Fidel, ni a los
Cubanos, ni a los chinos.

No hallò a nadie.
Ni a Jorge.
Ni a los muertos
Por el PLAN ESTRELLA,
Ni a Fernández sin lengua yà.
Ni a los compañeros cañeros.
Ni a Marx , ni a Lenìn,
Ni al Paraguay,
Ni a Manuel Ortiz Guerrero,
Ni a José Asunción Flores.
No hallò el oro de Pekín y Moscù.
Ni a doña Antidia.

No hallò nada. Ni a nadie

Doce campanadas de la
Catedral, avisa es medianoche.










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